Por lo general nos limitamos a tener presencia en Internet y nos enfrascamos única y exclusivamente en eso, en contar con una página web, olvidando por completo que lo que en realidad requerimos es promover nuestra empresa, generar más negocios, incrementar las ventas y expandir el negocio hacia otros mercados.
Aunque parezca extraño, es bastante común que perdamos nuestro principal objetivo cuando se trata de adquirir una página web para nuestro negocio. El procedimiento que regularmente seguimos es fijar primeramente un presupuesto para invertir en nuestra página y difícilmente nos podremos exceder de ese costo. Luego nos damos a la tarea de localizar un buen diseñador gráfico que nos pueda desarrollar nuestra web cumpliendo lo más posible las ideas que tenemos acerca de nuestro sitio. Algunos buscan a los diseñadores por recomendación, otros consultan las páginas amarillas, uno que otro se da a la tarea de encontrar una agencia a través de publicidad impresa como periódicos y revistas, y hay quienes son de la idea de que no hay mejor lugar para localizar un buen diseñador que el propio web, así es que se aventuran usando algún buscador como Google o Yahoo! para cumplir esta misión.
Una vez localizadas dos o tres agencias de diseño web, nos damos a la tarea de investigar el costo de la página web, argumentando por lo general que la página es sencilla, con poco contenido y exponiendo sobre todo nuestros requerimientos en cuanto a criterios de diseño gráfico como pueden ser si queremos que la página web sea desarrollada en flash, si deseamos una introducción, si deseamos presentar esencialmente imágenes, si queremos que la página tenga elementos de sonido, chats, formularios de registro, pedidos, formas de contacto, directorios, vínculos recomendados, contadores, banners y/o carrito de compras, entre otros elementos de contenido.
Seleccionando al proveedor
El diseñador web que se ajuste a nuestro presupuesto, que proyecte confianza y, sobre todo, que nos logre entender y satisfaga nuestros requerimientos en cuanto al tipo de página web que deseamos para nuestra empresa, es la agencia que seleccionaremos para que se encargue del desarrollo del sitio.
Hasta aquí todo pareciera que el procedimiento que hemos seguido en los últimos años para seleccionar una agencia de diseño web es el correcto. Sin embargo, son muchísimas las empresas que están siguiendo esta metodología, pero muy pocas las que están obteniendo buenos resultados con sus páginas web, lo que nos hace pensar que hay algunos puntos que debemos afinar en esta metodología para la selección de proveedores de diseño web.
Por lo general nuestra necesidad, transformada muchas veces en deseo, es contar con una página web para nuestra empresa y nos enfrascamos única y exclusivamente en eso, en contar con una página web, olvidando por completo que lo que en realidad requerimos es promover nuestra empresa, generar más negocios, incrementar las ventas o, al menos, facilitar el cumplimiento de las metas, y, en algunos casos, expandir el negocio hacia otros mercados.
Adaptándose a su presupuesto
Si usted sale a la calle buscando un diseñador web que se ajuste a su presupuesto y requerimientos de diseño gráfico, encontrará precisamente eso, un programador de páginas web. En cambio, si usted inicia su proceso de búsqueda pensando en promocionar su negocio en Internet, las cosas cambiarán y seguramente encontrará una firma profesional que lo ayudará, no a diseñar una página web, sino a implementar una campaña de marketing por Internet para su compañía. Estas dos estrategias lo conducirán necesariamente a soluciones diferentes, alcances diferentes, beneficios y resultados diferentes, y, desde luego, a niveles de inversión diferentes.
No intente mezclar los dos esquemas porque terminará perdiendo su tiempo, dinero y esfuerzo. Si su presupuesto es limitado, olvídese de tratar de integrar funciones avanzadas en su página web como pedidos, venta en línea, acceso a bases de datos y seguimiento de pedidos, entre otras funcionalidades, y mucho menos pensar en estar en la primera página de resultados en los principales motores de búsqueda, ya que puede terminar gastando más de lo que habría invertido en un proyecto completo que hubiese incluido diseño y promoción desde un inicio. En ese caso, cuando no se cuenta con los recursos suficientes para invertir en diseño web profesional, es mejor enfocar las baterías a diseñar un sitio sencillo, lo más completo posible, y llevar a cabo la promoción del mismo a través de los medios tradicionales que todos conocemos, como son papelería impresa, tarjetas de presentación, correo tradicional, marketing directo, correo electrónico, entre otros medios de promoción.
Seleccionando la mejor opción
Si usted localiza la agencia de diseño web a través de algún buscador como Google y Yahoo! y ésta se ubica en la primera o segunda página de resultados, es muy probable que se trate de una firma especialista en posicionamiento web. En caso de solicitar una cotización, debe usted tomar muy en cuenta que la propuesta que le sea enviada se refiere a diseño web profesional que no se puede comparar directamente contra ofertas de diseño web convencional debido a que los costos y beneficios son muy distintos. Usted se preguntará por qué. La respuesta es muy sencilla, estar en la primera página de resultados en cualquier motor de búsqueda representa una ventaja comercial importante sobre sus competidores, lo cual seguramente le producirá más oportunidades de negocio, ya que esta es una nueva forma muy efectiva de conectarse con nuevos clientes. Sin embargo, hay una cosa muy importante que usted debe saber: el posicionamiento web es complejo, mucho más complicado de lo que la gente se imagina. Los proyectos que incluyen posicionamiento web son más costosos, pero a la vez más rentables.
Y no lo olvide, al implementar una página web en su negocio, es su decisión tomar uno u otro camino. No pierda nunca de vista que lo que en realidad está usted buscando al implementar una página web es promocionar su negocio y ofrecer al mundo la mejor imagen de su empresa.